Caso de éxito junio 9, 2016

Cuentas bancarias al instante a través de Monese

Monese, fundada en el 2015, es un nuevo servicio de banca que permite a los nuevos residentes del Reino Unido abrir una cuenta bancaria en tan solo tres minutos y sin coste, únicamente con su teléfono móvil y su pasaporte. Normalmente, los extranjeros tardan semanas en poder abrir una cuenta bancaria por los largos procesos de comprobación de su historial de crédito. Y esto es lo que evita Monese.

Sabíamos que lanzar nuestra propia empresa Fintech tendría sus retos. Gracias a Currencycloud y a su plataforma, que está lista para usarse y cumple con todas las regulaciones, pudimos deshacernos de todas las trabas normativas y tecnológicas. El equipo de Currencycloud ha pasado por la misma experiencia que nosotros. Tienen la mentalidad de una empresa emergente y se adaptaron a nuestra agenda y a nuestros requisitos, por lo que el proceso de lanzamiento fue muy sencillo.

Norris Koppel Fundador y director ejecutivo de Monese

El desafío planteado

Durante los dos años previos al lanzamiento, Monese vivió lo difícil que es crear una Fintech por los trámites para obtener licencias y los obstáculos normativos. No obstante, el objetivo de Monese era enviar pagos en nombre de sus clientes por todo el mundo, y estas eran sus tres opciones:

  • Crear su propio sistema de pagos internacionales desde cero y hacer frente a los problemas normativos, de cumplimiento y tecnológicos de cada región.
  • Colaborar con SWIFT, lo cual resulta considerablemente caro y complejo para pequeñas empresas que gestionan transacciones de menor valor.
  • Trabajar con Currencycloud para acceder de forma rápida y optimizada a su red de pagos internacionales gracias a su tecnología flexible y adaptable.

Los resultados

Desde su lanzamiento en el 2015, Monese ya tiene miles de clientes que recurren a su plataforma para abrir una cuenta. Gracias a Currencycloud, esos clientes tienen acceso a pagos internacionales optimizados y sencillos con solo hacer clic en un botón.

La colaboración con Currencycloud permite a Monese procesar pagos internacionales sin complicaciones y de forma rápida. Además, con un coste entre 8 y 10 veces inferior que un banco, Monese puede repercutir ese ahorro directamente en sus clientes finales y cobrarles lo mínimo posible por sus pagos internacionales.

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